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BAJO LAS LILAS ES EL PRIMER LIBRO QUE RECUERDO HABER LEÍDO- DE MUY NIÑA- EDITADO SIN ILUSTRACIONES, o muy escasas- portada y aisladas en capítulos- (quiero significar: primer paso hacia una literatura sin apoyo visual, que es lo que requieren generalmente las publicaciones infantiles) Lo cito porque creo que no sólo lo cercano (en tiempo y espacio) es grato a un lector. Niños y adultos gozamos de viajar con el imaginario, escuchar otras voces, pensar otros lugares y realidades.



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lunes, 1 de febrero de 2010

DEL CUADERNO DE LOS CHICOS : Adónde habrán ido a parar las mariposas

Dice mi seño, que cuando ella era chica, había naturaleza…EPA! Por supuesto, ¿qué se creían? La naturaleza siempre estuvo, lo que yo te quiero decir es que hay seres que ella recuerda. Por ejemplo los “diegos de noche” que son las flores de una enredadera que a veces crece enroscándose en los alambrados. Porque en su barrio los patios estaban separados por alambrados. A veces tenían madreselvas. Creo que las madreselvas son una antigüedad. Dice la seño que tienen florecillas blanco amarillentas muy perfumadas y que son ¡el manjar de las abejas!
También cuenta que ella cree que casi no había casas sin un patio grande de tierra, donde crecían árboles que daban sombra fresca como el fresno, el sauce, el eucalipto, y había vereditas de baldosas rojas o amarillas y canteros hechos con hileras desparejas de ladrillos donde se ponían plantas que daban flores como las azucenas, las hortensias, las alegría del hogar, las “santa teresita” y otras que servían para aromar y dar sabor a las comidas como el orégano, el perejil, el romero, la albahaca….dice que también había macetones de arcilla color terracota donde se ponían los helechos esplendorosos.
Ella recuerda que en su patio había sapos ¿vos viste sapos en tu patio? ¿Viste cómo los sapos viven en los charquitos húmedos de los patios y los jardines y se comen a los bichitos traviesos? ¿Nunca descubriste un sapo comiéndose a una luciérnaga? La seño cuenta que ella sí vio. ¿Quedarían iluminados por dentro?
Los sapos saltan para tragarse con su bocota a los mosquitos y a otros insectos “molestos” ¿Serán los sapos los insecticidas del jardín y del patio? La seño relata que a la noche el patio de ella se llenaba de ruidos y sonidos. Algunos –dice- serían de los grillos. Ah, porque los grillos eran el terror de la casa, había que “mantenerlos a raya” porque si entraban eran capaces de comerse hasta pedacitos de trapos, pero parece que también gustan de las hojitas de las plantas, igual que el caracol. ¿Nunca viste enojadísima a tu mamá o a tu abuela con los caracoles?
Claro, es que ellos eligen las hojas más jugosas de las plantas de los patios y los jardines. La seño también ha visto cómo atacan a ciertas plantas unos bichos dañinos, y dice que la receta de la abuela para salvar a las atacadas es lavarles el tallo y las hojas con abundante agua y jabón.
Ah, pero no quiero dejar de contarte lo que ella (la seño) me dijo sobre las mañanas. Las soleadas mañanas de su niñez. Dice que en su patio había tierra, esa tierra rica de agua, de hojas secas, de ramitas, de brillitos minerales, de piedrecitas redondas con luz de sol. Y dice que de día estaba la fiesta de los pájaros, había pájaros que eran hermosos (bah, siguen siendo hermosos) como el colibrí que visitaba al coral de los penachos rojos y otros humildes como el gorrión… ¿sabías que el gorrión es importado? Cuando a Sarmiento (sí a Domingo Faustino) se le ocurrió traerlos al país para combatir una plaga…fueron ellos los que se convirtieron en azote de los campos porque se comían los granos ¿Te das cuenta de que no se puede romper el equilibrio ecológico aunque nos parezca que es para bien? (ah, dice la seño que te aclare que ella no es de la época de Sarmiento, si sabe eso es porque lo estudió en Historia)
También me contó la seño que había temporadas en que las palomas llegaban al techo de la casa buscando refugio. Relata que una vez un chico mató una, con un rifle de aire comprimido. Cuenta que quisieron curarla, pero igual se murió porque estaba muy herida. Entonces la enterraron entre la hojarasca del medio del patio. La seño dice que ahí aprendió que el hombre es el único que mata seres de la naturaleza, aunque no los necesite para alimento o abrigo (después de contar eso me dijo, seguro para hacerme pensar: ¿te parece la caza un deporte? – y agregó: ¡Qué pregunta, eh! ¿Vos no serás uno de esos chicos que destruye por juego?, creo que no)

¿Sabés que más me contó la seño? Me contó que los gatos traveseaban de lo lindo, una vez uno se devoró a un jilguerito, del que quedaron apenas algunas plumas y siempre había que correrlo, por la manía de perseguir a los caracoles y pegarles esos arañazos que los dejaban sin caparazón ¿podrán los caracoles vivir sin caparazón?
También se acuerda que el perro de la casa no era el terror de nadie ¡Ni las hormigas con su carga de hojas frescas temían sus ladridos!
Comenta que ese tenía la pancita bien llena con los restos de los platos de todos.
Ah, por último te cuento que la seño me dijo que en su casa el perro y el gato eran (como para desmentir a los que critican) ¡excelentes amigos! Y me pidió que te contara que antes había muchas, muchas mariposas y que ella siempre se pregunta “¿Adónde habrán ido a parar las mariposas de mi infancia?

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